Hoy queremos compartir con vosotros esta foto tan especial. 1871 fue el año en que nuestro tatarabuelo Constantino, orgulloso emigrante a quien cariñosamente llamaban «Tintín»‘, se enamoró por primera vez de un sabor, de un sueño, de un savoir-faire. 🐶🥩 Aquí se muestra frente a la primera carnicería canina de Francia, situada en París. Ese día supo que su destino sería emprender y apostar por la carne más deliciosa que existía. Podríamos decir que en ese momento se sembró la primera semilla de los Belmonte. Nos encanta contemplar estas fotos e imaginar que lo que antaño se hizo por necesidad, hoy se haga por placer y continúe con las generaciones venideras. Y ¿por qué vamos a renunciar a comer algo que nos apasiona? #tradición #cultura #historia #carnedeperro