Algo que muchos no saben es que los granjeros pueden morir en accidentes en fosas de purines y es más común de lo que se cree. No en vano la ganadería se encuentra entre las profesiones más peligrosas del mundo.
Ayer la tragedia se cernió sobre la Granja Belmonte: dos trabajadores que cayeron en el pozo séptico murieron sin que pudiéramos hacer nada por salvarles la vida. Es el precio que hay que pagar para que ustedes tengan un plato de carne sobre la mesa.
Cómo pudo ocurrir algo así… Bueno, las lagunas de estiércol con orines (purines) apestan y sueltan gases nocivos a tal magnitud que pueden marear a los operarios en cualquier granja. Pero nos acostumbramos al olor, como han tenido que hacer nuestros vecinos. Los humos y gases pueden adormecer los sentidos de la nariz, hasta el punto de que uno no se da cuenta de lo peligroso que es su entorno y llega a perder el sentido.
Anastasio deja viuda y tres hijos. Nunca olvidaremos su dedicación y entrega a la Granja Belmonte.
Robustiano era el soltero de oro de la granja. Ahora no podrá hacer feliz a una buena moza y todos lloramos por su ausencia. Una gran pérdida para la humanidad en ambos casos. Rogamos una oración por sus almas.
Pero la vida continúa y con gran dolor tenemos muchos perros que procesar.
